sábado, 1 de marzo de 2014

Confesiones de un admirador secreto - Capítulo 18



Damian seguía temblando de frustración. Nadie le hablaba así a su Sheena. Nadie. Ni siquiera su hermano. Si hubiera podido despertar en ese mismo instante, lo hubiera hecho, tan sólo para golpear Jace en la cara y enseñarle a no hablarle así a su mujer. Sentir su mano y oír sus palabras lo habían calmado un poco, pero no se había relajado del todo hasta que Jace se había ido.
- No te enfades Damian. Era sólo una pelea tonta. No va a suceder de nuevo. Los dos estamos preocupados por ti y estamos estresados. Todo está bien, te lo prometo cielo.
Le dio un beso en un sitio un tanto doloroso en su frente, pero no le importo el dolor. Le encantaba la forma en la que ella se quedaba a su lado y le hablaba, y realmente le gustaba la manera en la que ella lo llamaba ‘cielo’ o ‘cariño, o “mi vida”. Justo antes de volver a quedarse dormido, la escucho sentarse y ojear algunas páginas, debía estar leyendo de nuevo.

01 de enero 2012

Me ha besado.
Me besó y probablemente ni lo recuerde mañana.
Ayer por la noche en la fiesta de Año Nuevo... Llevaba los pendientes que le regale y estaba preciosa como siempre.
Algo andaba mal, sin embargo, sus sonrisas nunca llegaron a sus ojos y estaba bebiendo demasiado. Creo que tuvo una pelea con Jace, aunque no estoy seguro de por qué.
Ella fue hacia el balcón y tenía que asegurarme de que estaba bien, así que la seguí. Parecía estar llorando y me partió el alma, le pregunte si todo estaba bien. Se dio la vuelta y me preguntó por qué la odiaba tanto. Por una vez, mi falta de palabras se debió a la sorpresa, no los nervios. El reloj dio la medianoche y cuando ella murmuró un ' y que importa", simplemente se acercó a mí y me besó.
Puse un brazo alrededor de su cintura y la otra en la parte trasera de su cuello para acercarla más a mí. Nunca sería suficiente. Sus labios eran tan suaves y ella sabía a champán y a gloria divina. Me empujó con el sonido de la última campanada y se lamió los labios mirándome antes de huir de mí. Fui a verla hoy para ver si podíamos hablar, preguntarle lo que había querido decir, y quizás aclararlo todo de una vez por todas, pero ella obviamente no recordaba el momento que habíamos compartido la noche anterior. Así que con mi corazón en un puño fingí estar buscando a Jace. Sólo tengo una resolución de Año Nuevo esta vez.
Tratar de olvidar a Sheena Stewart.

¿Había sido real?
Su sueño no era sólo un sueño después de todo.
¡Realmente sucedió!
Vagamente recordaba esa noche, había tenido una pelea con Jace, porque había querido quedarse en casa. No había tenido ganas de ver a Damian y dejar que la ofendiera con uno de sus comentarios, no estaba de humor para eso. Jace había hecho que fuera, por lo que había estado allí sin querer y se había tomado copa tras copa.
No podía recordar nada más lo que había sucedido esa noche.

A la mañana siguiente, Damián apareció en su puerta en busca de Jace, pero estaba de resaca y ella no presto demasiada atención. Jamás lo había pensado demasiado, pero ahora, a sabiendas de que él había ido allí en busca de ella, con ganas de hablar de ellos, de su beso... ¡que tonta había sido!

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