sábado, 30 de noviembre de 2013
Mucho mas que amigos - Capítulo 38
Carlos sonrió al ver la enorme sonrisa en la cara de Sandra. Había encendido una lamparita y la tenue luz le dejaba ver su cuerpo entero. Era preciosa. Perfecta.
¡Y lo quería a él!
Había dicho su nombre, no el de su hermano.
¿Se acordaría ella de lo que había dicho, estando medio dormida?
- ¿Nos duchamos?
Asintió y tomando su mano, se dejó llevar por ella.
Se ducharon en silencio, aunque ella parecía disfrutar enjabonándolo y besando todo su cuerpo al enjuagarlo. Él le devolvió el favor, disfrutando de sus curvas.
Cerró el grifo y cogió una enorme toalla para envolverla en ella, antes de coger una para él mismo.
La atrajo hacia sus brazos. Necesitaba sentirla cerca y le beso la sien.
Su estómago rugió y ella soltó una carcajada.
- Anda, vamos a comer algo antes de que la bestia ruga otra vez. El bicho sabe que es viernes y que toca cenar!
Sandra se giró para salir del cuarto de baño pero él l la atrajo de nuevo hacia él, capturando sus labios.
Solo tenía hambre de ella.
Pero en su cabeza aun rondaban varias dudas. La soltó y apoyo su frente en la de ella.
- ¿Que hacia mi hermano en tu casa Sandra? Necesito saberlo.
Ella sonrió.
- Vino a pedirme consejo. Y ayuda.
Carlos frunció el ceño.
- ¿Ayuda con qué? ¿Consejo sobre qué?
- Sobre qué hacer con Laura.
- No me digas que se ha acostado con otra secretaria más.
- Nop. Lo está intentando evitar.
- No entiendo.
Los ojos de Sandra brillaban traviesos.
- Creo que mi cuñadito esta coladito por sus huesos.
Carlos bufo.
- Ya claro!
La sonrisa de Sandra se hizo más grande.
- Ya lo veras. Me da a mí que Laura pronto será mucho más que solo su secretaria. Y pienso hacer todo lo que pueda para ayudarla a conseguirlo.
lunes, 25 de noviembre de 2013
Mucho mas que amigos - Capítulo 37
Sandra despertó feliz unas horas después. Podía sentir los brazos de Carlos a su alrededor, con una mano posesivamente agarrando un pecho, y su polla semi erecta en su trasero.
¡Por fin es mío! Pensó, más contenta de lo que había estado jamás.
Fuera ya era de noche y en el reloj digital de la mesita de noche, pudo ver que ya eran las 9. Tenían todo el fin de semana por delante y pensaba pasarlo exactamente donde estaba, en la cama. Y no solo porque Carlos debía estar agotado por el viaje y la manera salvaje en la que habían hecho el amor.
Se excito de nuevo de solo recordarlo. Tenía muuucho tiempo perdido que recuperar.
Carlos era increíble, y junto con los juguetitos… explosivo.
Nunca antes había tenido tantos orgasmos en una sola tarde. Tenía que devolverle el favor de alguna manera…
Sonrió.
Sabía exactamente cómo hacerlo.
Intento levantarse pero los brazos de Carlos se tensaron a su alrededor.
- ¿Dónde crees que vas, peque?
La voz ronca de Carlos en su oído, le causo escalofríos.
- Solo quiero darme la vuelta.
Aflojó un poco, solo lo justo y ella se giró para mirarle. Aún tenía los ojos cerrados y le estaba empezando a crecer la barba, dándole un aspecto más masculino, si eso era posible. ¡Estaba para comérselo! Y era completamente suyo, para hacer precisamente eso…
Le beso los labios con suavidad, luego la mejilla, la mandíbula, bajando por su cuello, haciendo que el soltara suaves gruñidos de lo más sexys.
- Sandra, ¿Qué haces?
Se giró un poco y Sandra lo empujo un poco más, poniéndolo boca arriba. Se lamió los labios al ver lo duro que estaba.
- Mmmm… creo que es la hora de cenar.
Se colocó a horcajadas sobre él, y lo lamió sin aviso, sin preámbulos, haciendo que Carlos pegara un respingo.
Jadeo al notar la lengua caliente y juguetona de Sandra lamiendo toda su longitud. Y cuando lo tomo entero en su boca, bueno casi, ya que no cabía del todo, Carlos gruño de verdad.
- Joder pequeña… así, sigue asiiiii….
Usando las dos manos y la boca, Sandra lo llevo al borde de la locura una y otra vez, haciéndole perder el control. Carlos enterró las manos en su pelo y tiro suavemente, haciendo que gimiera a su alrededor y chupara con mas fuerza.
- Así peque, sigue nena.... Ten cuidadoooo...
Con un ultimo grito ronco, Carlos se corrió en su boca, y Sandra no derramo ni una sola gota. Le encantaba el sabor de Carlos, y mas sabiendo que nadie, nunca mas, tendría el privilegio de probarlo. Solo ella... para siempre.
miércoles, 20 de noviembre de 2013
Mucho mas que amigos - Capítulo 36
Carlos
no podía mas, estaba a punto de estallar.
Sandra
era tan receptiva… respondía a el de manera tan natural… Le seguía el ritmo
completamente y pocas mujeres habían sido capaces de eso.
-
Carlos, por favor…
Sonrió.
La
estaba torturando, volviéndola loca de placer. Paso su polla por su empapada
vagina, una y otra vez, sin penetrarla, sabiendo que eso no sería suficiente y
solo la haría desear mas.
- Te
necesito dentro de mí, Carloooooos…
La
desesperación de Sandra era evidente en su voz y a Carlos le excitaba verla así.
Sumisa.
Suplicante.
Y
completamente a su merced.
- ¿Has
aprendido la lección, peque?
Seguía
sus movimientos, lubricando su erección con su humedad, mientras Sandra asentía
a la vez que gimoteaba.
-
Sisisisi!
- ¿Volverás
a tocarte sin mi permiso?
-
Nononono.
- ¿Sigues
tomando la píldora?
-
Siiiii, Carlos!
Le
dio un azote a la vez que la penetraba con fuerza, haciendo que ella gritara
ante la inesperada invasión.
La sensación
era increíble. Aun tenía la joya anal en su interior, haciendo que estuviera
muy apretada. Dos fuertes embestidas después, Sandra se deshizo en un intenso
orgasmo.
Carlos
agarro sus caderas con fuerza y embistió una y otra vez hasta que se corrió con
fuerza dentro de ella, soltando un fuerte gruñido.
Ambos
se desplomaron sobre la cama, agotados y con la respiración entrecortada.
Carlos tuvo cuidado de no aplastarla con su peso y la beso con ternura en la
sien.
- ¿Estás
bien?
-
Mmmm, mejor que bien.
Sonrió
y se levanto con cuidado, haciéndola gemir cuando salió de su interior. Con
cuidado, le saco también el juguete.
-
Ahh, diosssss.
Le mordisqueó
un cachete de manera juguetona y fue hacia el cuarto de baño dejando los
juguetes para limpiarlos más tarde. Cogió un paño húmedo para Sandra y volvió al
dormitorio. Sandra no se había movido y tenía los ojos cerrados. La limpio con
delicadeza y se metió con ella en la cama, tapándoles a los dos. Ella se
acurruco en sus brazos.
-
Mmmm, ¿podemos hacer eso otra vez?
-
Siempre que quieras, vida mía.
- Te
quiero Carlos.
domingo, 17 de noviembre de 2013
Mucho mas que amigos - Capítulo 35
Sandra
estaba temblando. Jamás había sido capaz de correrse más de una vez en tan poco
tiempo, y sin embargo con Carlos…
Estaba
lacia, saciada… y aun así, quería más.
Carlos
la cogió en brazos sin sacarle las bolas chinas y con cuidado la tumbo en la
cama.
- Abre la boca preciosa.
Sandra
obedeció y su sabor masculino y almizclado le lleno la boca. Era demasiado
grande para hacerle lo que ella quería pero por sus gemidos y Jadeos, eso no importaba.
Lo rodeo con una mano y movió su mano libre para tocarse. ¡Necesitaba correrse!
-
Sandra, ¿qué crees que estás haciendo?
Lo
miro con los ojos muy abiertos.
-
No te que dado permiso para que te toques.
Se
separo de ella haciendo que protestara ante la perdida.
-
Ven, levántate.
La
cogió de la mano y la beso con frenesí, con locura. Sandra jamás se cansaría de
el…
Cuando
la miro, la mirada de Carlos era intensa, hambrienta.
-
Súbete a la campa, ponte a cuatro patas.
Sandra
se lamió los labios nerviosa, aun notando su sabor y obedeció, jadeando al
sentir las bolas chinas aun dentro de ella.
El
primer azote la hizo soltar un grito de sorpresa.
-
Voy a tener que castigarte pequeña.
Chasqueo
la lengua.
-
Eres muy desobediente Sandra. Vamos a ver si podemos cambiar eso…
Le
dio varios azotes más y Sandra cerró los ojos, dejándose llevar por las
sensaciones. Noto un frió gel en el ano y se tenso.
-
Shhh, tranquila mi vida, relájate.
Sandra
respiro hondo e intento relajarse. Sintió como Carlos introdujo un dedo,
ayudado por el lubricante.
La
sensación era enloquecedora y no pudo quedarse quieta, pero cada vez que se movía
un poco, recibía otro azote, haciendo que contrajera los músculos y aumentara
su placer.
Carlos
la penetro con dos dedos, saliendo y entrando despacio, preparándola con
cuidado. Sintió sus labios sobre su baja espalda y sus dientes la mordisquearon
suavemente, causándole más escalofríos.
Noto
algo frió intentando penetrar esa entrada prohibida.
- Oh dios, Carlos…
-
Eso es cariño, relájate. Empuja para que la joya pueda entrar… eso es…
Jadeo
al sentir la joya anal encajada en su interior. Junto a las bolas chinas era
una sensación increíble. Pero antes de que pudiera disfrutar demasiado, Carlos
le saco las bolas chinas, haciendo que gimoteara en protesta.
-
Ah no, pequeña. Estas castigada. No te vas a correr hasta que yo te de permiso.
sábado, 9 de noviembre de 2013
Mucho mas que amigos - Capítulo 34
Carlos
estaba loco de deseo tener a Sandra así, en su casa. Desnuda y húmeda.
La
quería así para siempre.
Pasó
dos dedos por sus pliegues, lubricándolos con su néctar y se los puso en la
boca a Sandra.
-
Lame.
Sandra
obedeció y lo miraba a los ojos. Tenía las pupilas dilatadas y la respiración
entrecortada. La quería así, enloquecida. Delirante.
-
Estuve en Alemania la semana pasada… No hubo ni un solo minuto en el que no me
acordara de ti… de tu cuerpo, de tu boca.
Gruño.
-
Encontré una tienda muy interesante que me recordó a ti.
Carlos
le sonrió.
-
Estaba llena de juguetitos.
Cogió
las bolas chinas que había dejado sobre la mesa. Estaba tan mojada que no
necesito ningún tipo de lubricación y las bolas desaparecieron en su interior
con facilidad.
Sandra
gimió y cerró los ojos cuando el acaricio su clítoris con el pulgar.
-
Carloooooos…
Le
dio un suave golpe con la palma de la mano haciendo que ella soltara un
gritito, abriera los ojos y lo mirara indignada.
-
La vista fija en la tele Sandrita… no me vuelvas a desobedecer.
Sandra
arqueo una ceja, casi desafiante, pero después de unos segundos, obedeció y el
la premio con un lametazo que la hizo gemir.
-
¿Sabes cuantos juguetitos he comprado pensando en ti, pequeña? ¿Cuántas fantasías
he tenido donde jugaba contigo, volviéndote loca de placer?
Su
pulgar seguía acariciándola y los gemidos se mezclaban con los sonidos que venían
de la televisión.
-
Una maleta llena, peque. Llena de vibradores, esposas, joyas anales, bolas
chinas, bolas tailandesas… todas para ti. Para hacer que te vuelvas loca y
hacer que te corras una y otra vez para mí. ¿Puedes hacer eso Sandra, puedes
correrte para mí?
Sustituyo
su pulgar con su lengua y Sandra estallo.
Carlos
siguió lamiendo y chupando, disfrutando de ella, de su sabor y Sandra tuvo otro
orgasmo igual de intenso. Enterró las manos en su pelo y grito su nombre, una y
otra vez.
Sonrió
para sí. ¿Su Sandra era multiorgasmica? Eso era muy bueno saberlo…
lunes, 4 de noviembre de 2013
Mucho mas que amigos - Capítulo 33
Se miraron durante un segundo interminable antes de
Carlos agarrara su cabeza y la devorara.
Su sabor único mezclado con el sabor del whisky era
embriagador y Sandra se dejo llevar. Acababa de darle permiso a Carlos para que
hiciera con ella lo que quisiera… incluyendo el sexo anal, que era lo que había
estado viendo en la peli.
Nunca lo había hecho. Si, tenía juguetitos, pero
todos muy inocentes y pequeñitos.
Nada comparado con el tamaño de Carlos…
Se lamio los labios, nerviosa. Confiaba en el. Y si
él decía que sabía hacerlo bien y que no le dolería… ¿Por qué no?
Ella deseaba a Carlos en cuerpo y alma, incluyendo
su lado más… pervertido. Solo se lamentaba de no haberse dado cuenta antes.
- Desnúdate para mi cariño.
Su voz profunda le causaba escalofríos y el tono dominante
hizo que se empapara aun más. Sentía como su cuerpo se preparaba y se abría
para él, para recibirlo en su interior.
Se quito el vestido mostrando la lencería sexy que
se había comprado, solo para él.
El sujetador era tipo demi y no cubría sus pezones y
el tanga que iba a juego, cubría solo lo justo.
Carlos se arrodillo delante de ella.
- Te deseo tanto…
Acaricio su vagina por encima de la tela del tanga,
haciéndola gemir.
- ¿Estas preparada para mí?
- Siempre estoy preparada para ti. Solo para ti.
- Hmmm.
Carlos agarro el tanga y lo partió, dejando que el
trocito de tela cayera al suelo. Sandra jadeo, sin importarle demasiado.
- Quiero que te sientes en el sillón, con el culo en
el filo y la vista fija en la tele.
Sandra rápidamente obedeció, haciendo lo que le
había ordenado, y excitándose al ver la chica de la película disfrutar.
Carlos volvió a arrodillarse delante de ella, pero
esta vez traía en la mano algunas cosas que ella reconocía muy bien.
- Dame tu boca. Necesito saborearte...
Sandra lo beso y sintió como Carlos le colocaba unas
pinzas para los pezones, jadeo y se separo lamiéndose los labios. ¿Qué más
sorpresas tendría Carlos para ella?
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