lunes, 25 de noviembre de 2013

Mucho mas que amigos - Capítulo 37


Sandra despertó feliz unas horas después. Podía sentir los brazos de Carlos a su alrededor, con una mano posesivamente agarrando un pecho, y su polla semi erecta en su trasero.
¡Por fin es mío! Pensó, más contenta de lo que había estado jamás.
Fuera ya era de noche y en el reloj digital de la mesita de noche, pudo ver que ya eran las 9. Tenían todo el fin de semana por delante y pensaba pasarlo exactamente donde estaba, en la cama. Y no solo porque Carlos debía estar agotado por el viaje y la manera salvaje en la que habían hecho el amor.
Se excito de nuevo de solo recordarlo. Tenía muuucho tiempo perdido que recuperar.
Carlos era increíble, y junto con los juguetitos… explosivo.
Nunca antes había tenido tantos orgasmos en una sola tarde. Tenía que devolverle el favor de alguna manera…
Sonrió. 
Sabía exactamente cómo hacerlo.
Intento levantarse pero los brazos de Carlos se tensaron a su alrededor.

- ¿Dónde crees que vas, peque?

La voz ronca de Carlos en su oído, le causo escalofríos.

- Solo quiero darme la vuelta.

Aflojó un poco, solo lo justo y ella se giró para mirarle. Aún tenía los ojos cerrados y le estaba empezando a crecer la barba, dándole un aspecto más masculino, si eso era posible. ¡Estaba para comérselo! Y era completamente suyo, para hacer precisamente eso…
Le beso los labios con suavidad, luego la mejilla, la mandíbula, bajando por su cuello, haciendo que el soltara suaves gruñidos de lo más sexys.

- Sandra, ¿Qué haces?

Se giró un poco y Sandra lo empujo un poco más, poniéndolo boca arriba. Se lamió los labios al ver lo duro que estaba.

- Mmmm… creo que es la hora de cenar.

Se colocó a horcajadas sobre él, y lo lamió sin aviso, sin preámbulos, haciendo que Carlos pegara un respingo.
Jadeo al notar la lengua caliente y juguetona de Sandra lamiendo toda su longitud. Y cuando lo tomo entero en su boca, bueno casi, ya que no cabía del todo, Carlos gruño de verdad.

- Joder pequeña… así, sigue asiiiii….

Usando las dos manos y la boca, Sandra lo llevo al borde de la locura una y otra vez, haciéndole perder el control. Carlos enterró las manos en su pelo y tiro suavemente, haciendo que gimiera a su alrededor y chupara con mas fuerza. 

- Así peque, sigue nena.... Ten cuidadoooo...

Con un ultimo grito ronco, Carlos se corrió en su boca, y Sandra no derramo ni una sola gota. Le encantaba el sabor de Carlos, y mas sabiendo que nadie, nunca mas, tendría el privilegio de probarlo. Solo ella... para siempre.

1 comentario:

  1. Muy buen capítulo!!!. me lo leí super rápido, ya que estuvo entretenido.... ahora quedo a la espera del próximo ;-)

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