viernes, 10 de enero de 2014

Confesiones de un admirador secreto - Capítulo 5

Sheena no podría estar más avergonzada. La había pillado con la mirada fija en su enorme... Oh Dios, no podía ni pensarlo o se sonrojaría de nuevo.
- Haz como si nada sucedió – le había aconsejado Jace.
- Y da las gracias que por lo menos tuvo la decencia de usar boxers. Él suele dormir desnudo.
Jace le había guiñado un ojo, sacando su lado juguetón habitual y ahora estaban sentados a la mesa del desayuno, actuando como si nada hubiera pasado. Incluso había logrado mirarlo a los ojos y decir buenos días sin atragantarse con su café. Pero él lo sabía... oh si, sabía lo avergonzada que estaba.
Parecía realmente divertido mientras se tomaba un café y se sentó con ellos en la mesa. Decidió que iba a hacer su mejor esfuerzo para ignorarlo, incluso si eso era la cosa más difícil que hiciera jamás. Todos decidieron quedarse alrededor del lago ese día, así que ella se puso otra vez su pequeño bikini negro. Era un día caloroso así que antes de sentarse con sus amigas a tomar el sol, se fue a nadar. Amaba este lugar y se alegró de Jace la hubiera convencido para acompañarlos. No iba a dejar que nada arruinara sus vacaciones, y menos la presencia de Damián y el incidente de por la mañana.
Aunque no podía dejar de pensar en que podría hacer para caerle mejor…
Salió del agua y sonrió cuando vio a los chicos tratando de jugar algún tipo de volley playa. Todos estaban en forma, pero Damián era el único que tenía su plena atención.
Rápidamente se dio la vuelta. Lo último que necesitaba era que la pillara mirándolo de nuevo. Se sentó y las niñas la miraron con curiosidad.
- ¿Y bien?
- Y bien, ¿qué?
- ¡Oh, Dios mío Sheena! ¡Cuéntanoslo ya! ¿Cómo fue?
- ¿Cómo fue qué?
- ¿En serio?
Las chicas parecían impacientes por saberlo, pero Sheena no quería decirles nada sobre lo que había pasado esa mañana. ¡Era vergonzoso!
- Pues ha sido completamente normal, nada de otro mundo. Dos adultos que duermen en una sola cama, él se quedó dormido en un lado, y yo me quede dormida en el otro lado. Eso es todo.
- ¿Eso es todo?  ¿Nos estás tomando el pelo?
Todas miraron hacia algo detrás de ella y cuando se volvió para ver lo que era, una botella protección solar cayó en su toalla, haciéndola sonrojar.
- Mejor cúbrete con esto, te vas a quemar.
- Uhm... gracias.
Sheena estaba sorprendida y miro como Damian volvía con los chicos así como así . ¿Damian amable con ella? ¿Qué demonios le pasaba?
- Asi que eso es togo ¿eh? Sólo habéis dormido? Sí claro!
Las chicas empezaron a burlarse de ella y a compartir sus teorías retorcidas de lo que había sucedido con Damian esa noche. Mientras se puso la protección, tuvo que sonreír... Si lo supieran...

Damian se alegró al ver que ella se estaba poniendo la loción. Odiaba la idea de que una piel tan preciosa, se quemara.
- ¿Qué le has puesto a la crema, polvos pica pica?
Los chicos se estaban descojonando con su intento de ser amable, ya que pensaban que realmente la odiaba.
- Tío, en serio, si Amy se echa y le pasa algo por algo que has metido en la crema...
- Tal vez lo ha llenado con una especie de tinte de piel – bromeó Dave – Todas las chicas van a parecer pitufas o algo así.
Él sonrió. Ay sus amigos y sus ideas locas.
- Relájense chicos, solo es protección solar. Lo peor que puede pasar es que no se pongan morenas tan rápido como quieren
Lo miraron como si estuviera loco.
- Así que... no lleva polvos pica-pica?
- Nop.
- No tinte para la piel?
- Nop.
- ¿Nada igualmente retorcido?
- No. En serio.
- ¿Sólo la crema?
- Sólo crema.
- Huh.
Jace le guiñó un ojo mientras Dave y Steve se miraron confundidos.
- Buen trabajo tio.
Damian puso los ojos en blanco y rápidamente se reanudó el juego.

Esa noche tuvieron una cena agradable y relajada y se fueron a dormir temprano ya que todos estaban un poco cansados. Sheena se ruborizó un poco al meterse en la cama, pero nada más. Él había estado esperando a que ella lo mirara de nuevo, pero no hubo suerte, tan solo había susurrado un tímido, buenas noches antes de apagar la luz.
A la mañana siguiente, cuando se despertó, ella estaba profundamente dormida, por lo que realmente parecía como si nada hubiera pasado la mañana antes. Casi como si se lo hubiese imaginado.
Cuando todos se habían despertado, decidieron ir a un museo de la ciencia en las que estaba cerca ya que tenía un montón de proyecciones en 3D. Al recordar la última vez que todos habían visitado un museo, se aseguró de no acercarse demasiado a ella, para no meter la pata una vez más, a pesar de que esta vez lo estaba haciendo mucho mejor que otras veces. Jace se acercó a él=, con cara de preocupación.
- ¿Estás bien tio?
- Sí, ¿por qué?
- Nada. Estás demasiado separado del grupo. Sheena me ha preguntado por ti.
Su corazón dio un brinco. No podía ser lo que el pensaba.
- Sólo estoy mirando las esculturas. Estoy bien, de verdad.
- De acuerdo. Si tú lo dices. Pero puedes venir con nosotros, si quieres.
No lo hizo. Llegaron a la cabaña tarde por lo que de inmediato se pusieron a hacer la cena. Damian no podía dejar de mirarla, ni cuando fregaba los platos. Lo tenia loco.
Por la noche se echaron unas copas y se quedaron en la cabaña, las chicas a un lado charlando y riendo, mientras que los chicos trataban de ver algún programa de televisión sobre el último modelo de coche en el mercado. Él no pudo evitar distraerse. Le encantaba ver a Sheena tan libre y desinhibida. Tan feliz. Estaba bebiendo más que el otro día y su rostro estaba un poco sonrojado. De repente lo miró y su mirada se sostuvo un poco más tiempo de lo habitual. Kim hablo con excitación lo que la hizo mirar hacia otro lado brevemente. Pero cuando volvió a mirarlo de nuevo, su corazón se saltó un latido al ver su sonrisa radiante, dirigida a él! Hasta que Kim grito.

- ¿Por qué no jugamos al Verdad o Desafio?

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