Sandra sonrió satisfecha, le dolían un poco los
brazos y Carlos pesaba un poco encima de ella pero no se pensaba quejar. Todo
era perfecto.
Ahora su mejor amigo era su amante y quizás podrían
ser algo más. Mucho más.
- Dios, te estoy aplastando, lo siento.
Carlos se levantó rápidamente, haciendo que ella
jadeara cuando salió de su interior. Rápidamente se puso los pantalones y se
acercó a ella para soltarle las esposas. La actitud de Carlos había cambiado de
amante atento a jefe frio y a Sandra no le gustaba nada ese cambio. Se tapó con
la sabana, sintiéndose incomoda.
- Lo siento Sandra, yo… Se lo que sientes por mi
hermano. No me tenía que haber aprovechado así de ti. Lo siento.
Se había terminado de vestir y así sin más, salió
del dormitorio, sin mirarla.
- ¡Carlos!
Sandra bajo las escaleras detrás de él, envuelta en
la sabana.
- Carlos, ¿a dónde crees que vas?
¡Ni siquiera la miraba!
- Carlos por favor, estate quieto un momento. Joder.
¡Carlos!
La puerta de su casa se cerró en su cara.
Pero bueno, ¿qué demonios acababa de pasar?
*-*-*
Carlos se metió en su coche y se alejó de allí tan
rápido como pudo.
¿Que acababa de hacer?
Lo había estropeado todo. La había cagado.
Aun temblaba por dentro.
Sandra era todo y más de lo que buscaba en una mujer
y ahora la había perdido. ¿Cómo podían seguir siendo amigos después de lo que
había pasado?
Su móvil comenzó a sonar y supo que era ella. Con
todo el dolor de su corazón, lo apago y se lo guardo.
Necesitaba estar solo. Y necesitaba pensar en todo
lo que había pasado.
OOHHHH!!!!..... como pudo dejarla así!!!!....
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