Sandra miro su móvil extrañada. ¿Qué coño le pasaba
a Carlos?
Seguro que había visto salir a Rafa de su casa y en
vez de entrar y preguntar, el solito se había montado una historia en su
cabeza…
Su móvil volvió a vibrar con un mensaje.
Seré un
gilipollas pero tú eres una viciosa. ¿Te gusta cómo te folla mi hermano o
prefieres alguien menos vainilla, como yo?
Definitivamente había visto a Rafa y sacado sus
propias conclusiones. Ay Carlos… pero que tontorrón era. Seguro que había ido a
su casa solo para ahogar sus penas en el alcohol, en vez de comprobar que sus
sospechas eran completamente infundadas.
Sonrió para sí, tendría que ir a demostrarle lo
equivocado que estaba.
Se cambió de ropa, cogió las llaves, incluyendo las
de casa de Carlos, y le mando un mensaje antes de arrancar el coche.
Prepárate
capullo, porque te vas a enterar de lo viciosa que puedo llegar a ser.
De camino a su casa le llego otro mensaje, pero pasó
de leerlo. ¿Pero que se creía este?
Aparco y entro en casa de Carlos con la familiaridad
que le otorgaba el ser su amiga de toda la vida, era casi como estar en su
propia casa.
Escucho gemidos en el salón, así que se dirigió
allí, para quedarse estupefacta.
¡Carlos estaba viendo una peli porno! Y una
bastante intensa además…
Tenía un vaso de whisky en una mano, el móvil a su
lado en el sofá, y la otra mano sobre el bulto que ocultaban los vaqueros entre
sus piernas.
- ¿Y ahora quien es el vicioso?
Sandra sonrió traviesa. Estaba excitada. Era de las
pocas mujeres, según las estadísticas, que veía este tipo de películas y las
disfrutaba. Y no se avergonzaba de ello.
Cuando Carlos la miro, casi se corre ahí mismo.
Estaba serio y enfadado. Y muy, muy cachondo.
Dejo la copa en la mesita y se levantó para caminar
hacia ella. Sandra se lamio los labios, la mirada de Carlos prometía un
castigo.
Un castigo muy placentero…
Mmmmm..... Interesante el asunto.....
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