viernes, 6 de septiembre de 2013

Mucho mas que amigos - Capítulo 6

Rafa la miro como si realmente no la reconociera y eso la hirió profundamente.

- Bueno, sí. Yo… Carlos…

Odiaba ponerse tan nerviosa delante de él. Se ponía a balbucear como una tonta quinceañera. Él frunció el ceño y la miro de arriba abajo.

- Si claro, ya me acuerdo. Eres la preciosidad que estaba con mi hermanito el viernes.

Ella asintió tímidamente.

- ¿Que te trae por aquí preciosa, todavía no te has cansado de él?
- Yo… él… hemos quedado aquí, pero… el guardia no me deja pasar y encima se me ha olvidado el móvil en casa y no puedo decirle que llevo aquí media hora, y va a pensar que he llegado tarde y…
- Shhh tranquila.

Sandra se sentía muy mal y frustrada. Estaba haciendo un verdadero esfuerzo para no llorar y tirarse a los brazos del hombre que tenía delante. Se parecía tanto a Carlos que seguro que podría consolarla más o menos igual. Pero nada de eso.

Asi que en vez de tirarse a sus brazos, se mordió el labio.
Rafa la miro durante un momento antes de sacar su móvil y darle a un botón.

- Hermanito, tu chica está aquí en la entrada y dice que has quedado con ella hoy, aquí. ¿Qué es eso de mezclar placer y negocios?

¿‘Tu chica’?, Rafa pensaba que ella y Carlos…que Carlos y ella… Dios, tenía que decirle a Carlos que le dijera a su hermano que no estaban juntos… ¿Cómo era posible que Rafa no se acordara de ella?

Pero que idea tan absurda, ella y Carlos… juntos… La idea hacia cosas raras con su cuerpo y sintió como se contraían sus pezones y como se humedecía el tanga que llevaba puesto. La voz de Rafa la saco de esos pensamientos tan extraños que la acababan de asaltar.

- Si claro, ahora mismo subimos.

Rafa le indico con la cabeza que lo siguiera mientras le indicaba al sorprendido Guardia de Seguridad que iba con él. Sandra no pudo reprimir dirigirle una sonrisa triunfal antes de entrar en el ascensor. El viaje se le hizo eterno a Sandra, que estaba muy concentrada en mirarse los tacones que llevaba, mientras sentía la presencia del hombre que la ponía tan nerviosa, a su lado.

Cuando por fin llegaron a la planta de las oficinas de Carlos y Rafa, este salió disparado y sin mirar atrás le indico con la mano donde podía encontrar la oficina de Carlos.

- Es por allí preciosa.

Y así sin más desapareció dentro de su propia oficina. Una mujer de su misma edad, quizás un poco mayor, le dedico una sonrisa triste, casi parecía celosa. Se levantó y fue hacia ella.

- Hola, soy Laura, la secretaria de los hermanos Márquez.

Ahora le tocaba a Sandra sentir una punzada de celos.

- Hola, soy Sandra Moreno.
- Si, el señor Márquez me ha informado de que la estaba esperando.

Sonrió amablemente y la acompaño hasta la puerta.

- Puede usted entrar. Está solo.


Un suave toque en la puerta detuvo a Carlos en su paseo. Es ella. Miro el reloj –llega tarde- pero se sintió ridículamente feliz de saber que la iba a ver. Vio como la puerta se abría lentamente y observo como se asomaba tímidamente. Le indico con el gesto que entrara y se quedó mirándola boquiabierto al ver el modelito que llevaba. Su cuerpo reacciono como siempre al verla, y agradecía que la chaqueta que llevaba puesta escondiera la evidencia de su deseo por ella.

- Llegas tarde.
- Sí. El guardia no me dejo…
- ¿Qué hacías con Rafa?
- Si me dejas que te explique…
- Si vas a trabajar aquí no pienso tolerar que llegues tarde. Esto no es una cena entre amigos. Y tampoco pienso tolerar que tontees con uno de los jefes. 

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