jueves, 12 de septiembre de 2013

Mucho mas que amigos - Capítulo 9

El corazón de Carlos dio un vuelco, el ver esa cara preciosa tan nerviosa lo estaba matando. Ella no dijo nada así que empezó por la mala noticia.
- Sabes que no podemos echar a Jose. Y aunque pudiéramos, no lo haríamos solo por darte a ti el puesto.
- Si claro. Eso lo entiendo.
- Bien, esa es la mala noticia. Como Jose tampoco necesita ayudante, ni hay ninguna vacante en la empresa que se asemeje a tus cualidades, hemos decidido, y esta es la buena noticia, que te convertirás en mi ayudante personal.
Ella lo miro detenidamente.
- ¿Y eso que quiere decir, exactamente?
- Eso quiere decir que estarás disponible para mí las 24 horas y que cubrirás todas mis necesidades. En el trabajo.
La pausa que hizo y el doble significado que se le podían dar a esas palabras lo excitaron, y más teniéndola delante tan sexy como siempre.
- Así mismo, tendrás que encargarte de todo lo que hace Laura en estos momentos.
- Un momento. No puedes despedirla, ¡ni siquiera por mí! A ella le encanta su trabajo y…
- Sandra. No pienso despedir a nadie por ti. Eso ya lo he dejado muy claro.
- ¿Entonces?
- Laura va a ser la ayudante personal de Rafa y tú la mía, así que lo que ella hace por mí, ahora lo tendrás que hacer tú.
Carlos la miraba sonriente.


- ¿Y no puede ser al revés?
La pregunta se le escapo antes de pensar en las consecuencias. La cara de Carlos cambio por completo, mostrando unos los rasgos duros y enfadados, que lo hacían más atractivos si eso era posible.
- No creo que en tu posición puedas elegir.
Sus palabras ya no eran amables.
- Además, con los sentimientos que tienes hacia mi hermano, no durarías en el puesto ni una semana.
Sandra se sonrojo y se mordió el labio inferior.
- Lo siento Carlos. No pienses que no quiero trabajar contigo por favor.
Carlos sonrió amargamente.
- Sé que no debería decirte esto en el trabajo, pero eres mi amiga y solo quiero lo mejor para ti. Sabes que Rafa no es precisamente un futuro marido. Lo sabes ¿verdad?
Ella no contesto, pero sus ojos brillaban con lágrimas no derramadas. Ignoro su comentario.
- Entonces ¿ya tengo trabajo?
- Sí. Faltan algunos pequeños detalles y te tienes que pasar por el despacho de recursos humanos. Estarás toda la semana con Laura para que ella te enseñe lo básico, pero, si, ya tienes trabajo.
Sandra soltó un grito de felicidad antes de abalanzarse sobre Carlos para abrazarlo.
- Gracias. Gracias ¡Gracias! Sabía que podía contar contigo.
Le planto un beso en la mejilla.

- Gracias cariño. 

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